La silla Roja y Azul, diseño de Rietveld, 1918. Fuente de la imagen:http://collections.vam.ac.uk/ |
10.1. INTRODUCCIÓN
El siglo XX ha
sido una de las épocas más transcendentales
de toda la historia.
Paradójicamente,
se lograron grandes avances
científicos y técnicos que han facilitado la vida diaria, pero
en cambio, ha sido un siglo pavoroso en guerras–y un largo etcétera de desastres naturales, hambrunas, conflictos políticos,
auge de totalitarismos (nazismo, comunismo), campos de concentración, gulags...
Desde el punto
de vista artístico y cultural ha
sido muy creativo, abundante en artistas de gran talento en todos los niveles:
literatura, música, cine y por supuesto artes plásticas. Los movimientos
artísticos se suceden a velocidad de vértigo.
El relato del
arte del siglo XX es la historia de las vanguardias.
Las primeras vanguardias, llamadas también vanguardias históricas se gestan a
inicios del siglo XX y se desarrollan durante las primeras décadas de esa
centuria. Estos movimientos artísticos de vanguardia son el Cubismo, el Futurismo, el Expresionismo en
su vertiente francesa (Fauvismo), alemana (Die
Brücke, Der Blaue Reiter), el Dadaísmo, el movimiento De Stijl, el
Suprematismo ruso, el Surrealismo...
Después del
final de la II Guerra Mundial (1945),
el centro artístico mundial se trasladó de París
a Nueva York. Allí habían ido a
recalar muchos artistas ya desde los años 30. Y surgirían en esta ciudad
americana las llamadas segundas vanguardias (el
expresionismo abstracto, Pop Art, Op Art,
el arte conceptual, el Minimal Art,
etc.)
La palabra vanguardia procede del
vocabulario militar (es la avanzadilla de un ejército) y también del político
(designaba al grupo dirigente o más concienciado en un partido revolucionario).
Al trasladarla al mundo del arte se aceptaba implícitamente la idea del combate por el triunfo de unas premisas
estéticas que se presentaban en oposición a lo establecido. En ese sentido, las
vanguardias artísticas fueron muy militantes.
Las vanguardias
niegan voluntaria y radicalmente la tradición
artística anterior, buscando nuevos caminos en la cultura y el arte, intentando
hacer tabula rasa del pasado,
es decir, empezar de cero, negando la tradición artística anterior. Suponen un
punto de inflexión en la historia del arte. Ahora sí hay una renovación y radicalización de
posturas. Será un arte que niega violentamente el pasado. Se llegó a decir que era “más bello un coche de carreras
que la Victoria de Samotracia” (el futurista Marinetti). Nunca hasta entonces
se había negado el pasado artístico de esta manera.
Un rasgo
importante que define las vanguardias es su deseo de ser innovadoras, provocadoras y
sorprendentes. Van a tener una actitud valiente, novedosa e incomprendida
en un principio.
Al mismo tiempo,
tienen el común el mundo anticlásico
en el que se inspiran. Con ellas entra en crisis absoluta la idea griega de
mimesis o imitación de la realidad. Así por ejemplo, buscan sus fuentes de
inspiración en el arte primitivo,
africano, etc. Con el arte de vanguardia se pierde la belleza ideal otra vez. Es otro de los ejes del arte del siglo XX.
Se perdió con el arte de las invasiones bárbaras en la Edad Media. En ocasiones
se cae en un cierto feísmo.
Dejó de
interesar la perfección técnica y el
arte basado en la naturaleza. La percepción de la obra de arte cambió
radicalmente. Ya no era representación fidedigna del mundo real.
Hay otro aspecto
que hay que tener en cuenta y es que en sus inicios no dominaron, ni mucho
menos, el mercado ni el gusto del
gran público. Se produjo un cierto divorcio entre los artistas y la
sociedad. En sus primeras décadas de desarrollo estaban destinadas a ser
minoritarias. Pero con el tiempo, las vanguardias históricas acabaron por triunfar y naturalmente, dejaron de ser
vanguardia. En el arte de las
primeras vanguardias, más que diferenciar entre arte figurativo versus
arte abstracto, podremos distinguir
entre una vertiente sensitiva, retiniana, de color y sentimiento que apela a
los sentidos (por ejemplo, el Fauvismo)
y otra vertiente más fría, más racional, más de la forma y el dibujo que apela
más al cerebro (ejemplo el grupo De Stijl
: El Estilo).
No debemos
olvidar que las vanguardias no son
homogéneas. Aunque tengan aspectos en común son muy diferentes unas de
otras. Así por ejemplo, mientras que en Francia el análisis es formalista, no
comprometido ni política, ni socialmente con la realidad del momento; en
Alemania el artista, el intelectual tiene una visión más trágica y comprometida
con la realidad.
El arte de las
vanguardias históricas está plagado de artistas
de primerísima fila como Picasso –el más trascendental del siglo XX-,
Kandinsky, Matisse, Juan Gris, Salvador Dalí, Malevich, Mondrian y muchos
otros.
Las vanguardias tendrán
profundas repercusiones en el ámbito del diseño
del siglo XX, particularmente el grupo De Stijl, la Bauhaus, el
Surrealismo, etc.
10.2 EL GRUPO DE STIJL
Dentro de las vanguardias históricas encontramos una
dicotomía entre tendencias ligadas a lo sensitivo-sensual –como la
abstracción lírica, cuyo máximo representante es Kandinsky- y otras más frías y
cerebrales, que apelan más al intelecto como la abstracción geométrica. La abstracción
geométrica está representada por las vanguardias rusa (Suprematismo,
Constructivismo) y holandesa (Neoplasticismo, también llamada grupo De Stijl).
El grupo De
Stijl fue un movimiento de vanguardia abstracto-geométrico, muy
vinculado al Cubismo y al Suprematismo ruso. La propia denominación De Stijl -que significa El Estilo-
indicaba la búsqueda de una nueva estética siendo su objetivo, la combinación
de la arquitectura, el diseño y la pintura, buscando un arte total,
simple, ordenado, elemental y puro. De ahí que Neoplasticismo no se restringió
al ámbito pictórico, ya que los principios estéticos de este movimiento se
dirigieron también hacia la arquitectura, la escultura, el diseño…
Este grupo surgió en la ciudad holandesa de
Leyden en 1917 y perduraría hasta 1930 como un movimiento
artístico para la renovación radical del arte. El principal órgano de difusión
del grupo fue la revista De Stijl. A la estética que
desarrollaron la denominaron Neoplasticismo, es decir, buscaban una nueva
plástica, una nueva forma de crear arte.
El grupo DE STIJL estaba integrado por los pintores Piet
Mondrian, Theo van Doesburg, Vilmos Huszár, el poeta Anthony Kok y
los arquitectos Jan Wils y J.P. Oud, a los que luego se asociaron
Robert van´t Hoff (arquitecto), G. Th. Rietveld (ebanista,
diseñador, pintor y arquitecto), Bart van der Lek (pintor) y el escultor
G. Vantorgerloo.
Ha sido uno de los movimientos más estudiados
por críticos e historiadores. Entre las influencias determinantes en los
artistas de esta corriente cultural destaca la obra de Frank Lloyd Wright
pues como señalaba J. P. Oud en 1925 “la influencia de este genio ha dominado
la vanguardia de la arquitectura en Holanda, Polonia, Alemania, Francia…”.
También se ha señalado el influjo de la arquitectura oriental, en especial la japonesa.
La poética del grupo Stijl se basaba en la búsqueda
de la abstracción pura. Empleaban elementos plásticos primarios como la
línea recta, el ángulo recto, el rectángulo, y utilizaban en exclusiva los
colores primarios (amarillo, rojo, azul) y neutros (blanco, gris, negro). La trascendencia
e influencia de este grupo ha sido enorme, tanto en arte como en arquitectura,
decoración de interiores y diseño (desde ropa, cortinas, muebles, alfombras…)
Piet MONDRIAN (1872-1944)
Mondrian fue el ideólogo y el pintor más destacado
del grupo holandés De Stijl. Sus pinturas son la base
de la estética neoplasticista. Evolucionó desde el realismo y el Simbolismo
hasta la abstracción, pasando por el Expresionismo. El Cubismo
de Picasso y Braque le influyeron bastante, y a partir de este movimiento,
derivó hacia una abstracción geométrica pura. De hecho, su
pintura es una vuelta de tuerca a la retícula cubista, a la que progresivamente
simplificó en trazos horizontales y verticales con grandes planos de color.
Buscaba reducir la pintura a lo esencial, una pintura despojada de toda
referencia a la realidad. En consecuencia, el cuadro deviene un conjunto de
líneas geométricas y de colores puros, bien delimitados. En su versión más
extrema, esta propuesta llega incluso a rechazar el empleo de líneas diagonales, por entender que con ellas se rompe la pureza de la obra de arte.
La serie más célebre de Mondrian lleva por título el de Composición
con rojo, amarillo y azul, en la que campos de estos tres colores
aparecen delimitados y enmarcados por líneas negras horizontales y verticales.
Mondrian construye sus cuadros abstractos con la utilización de colores primarios (rojo, amarillo y azul)
y en ocasiones añade el blanco y el negro. Para él el arte no debe ser no
figurativo y la representación debe limitarse a las dos dimensiones, rechazando cualquier idea de profundidad y de
figuración. Su planteamiento teórico anhela un arte con valor universal, no individualista, una especie de indagación de lo
absoluto. En 1930 se unió al grupo Cercle
et carré y en 1931 a Abstraction-Création.
En 1938 se estableció en Londres y, en 1940 en los Estados Unidos. Mondrian ha sido uno de los pintores más influyentes del siglo XX trascendiendo
la pintura y dejando su huella en las demás expresiones estéticas: diseño,
decoración, arquitectura, escultura, moda y cultura popular. Aunque sus diseños han sido trivializados en
exceso.
Su cuadro Composición A (1920) es
un buen ejemplo de su pintura no objetiva y neoplasticista. Broadway Boogie -Woogie, una pintura de
su etapa americana (1942-43), es la culminación de su arte. En ella refleja el
bullicio y la vitalidad de la vida en Nueva York y anuncia su papel esencial
como nuevo centro de arte moderno tras la II Guerra Mundial.
Theo van DOESBURG (1883-1931)
Theo van Doesburg fue uno de los fundadores y teóricos del movimiento neoplasticista junto
con Piet Mondrian. Abogaba por un arte simplificado y geométrico en el que la
pintura, la arquitectura y el diseño estuvieran perfectamente integrados. Van
Doesburg realizó pintura abstracta, diseñó edificios, vidrieras, muebles, objetos para las casas y
también se dedicó a la decoración de interiores. Este polifacético artista además escribió numerosos artículos, ensayos y
tratados sobre abstracción geométrica. Asimismo organizó exposiciones de
artistas del neoplasticismo y otros afines a esta corriente estética.
La visión personal de van Doesburg fue llamada Elementarismo y en ella permitía que las líneas horizontales y
verticales fueran coloreadas, siendo de longitud diferenciada y desconectadas
unas de otras. Este artista pretendía dar al grupo De Stijl más variedad, movimiento y energía y por ello se separaría
en 1924 del neoplasticismo de Mondrian. Buscaba una especie de armonía
espiritual a través del arte.
En 1926 van Doesburg junto con
los artistas Jean Arp and Sophie Taeuber, recibió el encargo de
redecorar el interior de un edificio de mediados del siglo XVIII y
transformarlo en el Café Aubette, un espacioso restaurante con cine y sala de
baile. Como él era pintor y arquitecto utilizó este proyecto para explorar la
teoría del Elementarismo basado en parte en el Neoplasticismo de Mondrian.
Además de crear planos rectangulares y rectilíneos, utilizó también líneas diagonales con el fin de dotar de
cierto dinamismo a las composiciones. En cuanto a los colores, aparte de los
primarios utilizó los grises y
aplicó relieves de escayola entre los paneles. También diseñó los ceniceros,
los carteles e incluso los anuncios luminosos de neón de la fachada.
Gerrit Thomas RIETVELD (1888-1964)
El diseñador y arquitecto Rietveld
nació el 24 de junio de 1888 en Utrecht y falleció en 1964. Fue uno de los
representantes más destacados del grupo De
Stijl, al que se adhirió en 1918. Empezó su actividad como ebanista trabajando en el taller de su
padre. Entre 1911-15 estudió Arquitectura
y formó parte del estudio del arquitecto P. J. Klaarhamer. Entre 1924-25
trabajó como arquitecto y diseñador en Utrecht,
mientras G. van de Groenekan estaba al frente del taller de muebles. Realizó
unos 215 diseños de mobiliario y 232
de edificios. En 1928 fue
co-fundador del Congres Internationaux d'
Architecture Moderne (CIAM) y desde 1944-45 enseñó en universidades
holandesas.
Como arquitecto, su obra
más conocida es la Casa Schröder en Utrecht. Realizada en 1924, es un ejemplo paradigmático de la arquitectura de este
movimiento. Realizó esta obra en estrecha colaboración con su clienta Truus Schröder, que la habitó
hasta su muerte en 1985. Schröder deseaba una casa amplia y muy abierta,
"sin paredes" en la que se pusiera el énfasis en la forma,
construcción y función. En el interior, las habitaciones están configuradas
como entidades variables con paredes móviles a conveniencia. El cristal tiene
un gran protagonismo en esta casa. Presenta los colores característicos del
grupo De Stijl: los marcos de las
ventanas se realzan en color amarillo, rojo, azul o negro. Este edificio es un
claro precedente de la arquitectura de la Bauhaus.
Por lo que se refiere al mobiliario
de Rietveld se caracteriza por sus diseños desornamentados, geométricos,
sencillos y tendentes a las formas abstractas. Rietveld estaba convencido de
que las sillas, mesas, armarios y aparadores que construía debían de
convertirse en “esculturas abstracto-reales en el espacio interior del futuro”.
Están concebidas de una manera absolutamente nueva, con una elaboración
simplificada al máximo y por tanto óptima para su construcción en serie.
Existen pocas obras que se conserven en su estado original debido a la
dificultad de realización de sus diseños. Prácticamente todo su mobiliario ha
sido considerado como una reacción violenta contra las líneas del Modernismo y
la elegancia del Art Déco. Su importancia como diseñador de muebles ha sido más
profunda que como arquitecto.
La SILLA AZUL Y ROJA es el diseño más conocido de Rietveld. Es una
silla-escultura, reducida a sus formas más elementales. Está construida en
madera de haya y pintada en rojo,
azul, amarillo y negro. Fue diseñada en 1917-23 y realizada en 1930. La obra de
Rietveld devuelve al mueble su condición de escultura, pero de escultura abstracta en este caso. Las
piezas que forman el mueble se entrecruzan en sentido vertical y horizontal lo
cual le convierte en una estructura dinámica. Dos planos apenas apoyados y que
no se tocan hacen función de asiento y de respaldo. Los muebles no se unen
según los métodos habituales, sino que se engarzan con pequeños tacos. El asiento es de color azul vivo, y el respaldo es rojo. Las similitudes de esta silla con
las obras pictóricas de Mondrian y
de otros artistas del grupo De Stijl
son bien evidentes. Es la traslación
a un mueble de los principios que regían este movimiento artístico. Es muy
habitual en los muebles de diseño que el diseñador conciba la pieza pero
finalmente quien la realiza o ejecuta es un ebanista. En este caso se sabe que fue Gerard Van de Groenekan la
fabricó en Utrecht (Holanda), hacia 1930. Además, lleva una marca adhesiva con
el nombre de este artesano. Groeneken fue aprendiz de Rietveld desde el año
1917. Al parecer fue un compañero de trabajo, el pintor Bart van der
Leck, el que le propuso dotar al modelo de color.
De esta forma surgió una nueva versión polícroma, con colores primarios y
neutros, hacia el año 1923. La concepción cromática pone en evidencia la
relación con la pintura de Mondrian,
especialmente en los contrastes creados en las zonas de contacto. Igual que las
líneas ortogonales se cruzan en la pintura de Mondrian, así se prolongan las
piezas de la butaca en el espacio como si fueran coordenadas mentales
infinitas. La relación vertical-horizontal de las líneas rectas queda resaltada
en una composición asimétrica que relaciona los rectángulos rojo y azul.
Esta silla se convirtió en un icono
del diseño moderno del grupo De Stijl. Con esta obra se
estableció su reputación como artista de ese movimiento. Incluso se ha llegado
a decir que esta silla tuvo tal reconocimiento que ha sido como una cortina de
humo que oscureció el resto de sus producciones. Existen varias versiones de la silla que varían en
material y medidas. Pero las proporciones permanecen las mismas ya que están
basadas en un módulo estándar de 10 cm. La paradoja que plantea este mueble y
en general todos los que realizó este artista, es que deseaba que sus diseños
pudieran realizarse a bajo coste y
reproducirse mecánicamente en serie pero esta silla permaneció como un objeto
exclusivo y de “diseño”. La primera versión de esta silla azul y roja apareció en la revista De Stijl en 1918 y el mismo año fue incluida en una exposición
celebrada en la Bauhaus de Weimar. Además esta silla inspiró los muebles de
metal tubular que realizó Marcel Breuer
para la Bauhaus a finales de la
década de 1920.
En conclusión, Rietveld
fue uno de los diseñadores de muebles e interiores más innovadores del siglo
XX, un clásico del diseño moderno.
PARA SABER MÁS
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