10.1. INTRODUCCIÓN AL MODERNISMO. CONCEPTO Y DELIMITACIÓN
Con el término MODERNISMO o ART NOUVEAU designamos la
corriente estética, ligada a la arquitectura y a las artes decorativas
fundamentalmente, que se desarrolla en Europa entre los años 1890-1910. Esta etapa corresponde con
el periodo denominado Belle Èpoque. Presenta una idea de modernidad, una voluntad renovadora,
aunque podemos considerarlo como el último gran movimiento artístico del siglo
XIX, antes que el primero del siglo XX.
El término Modernismo se acuña poco antes de 1900 y responde a la euforia de una
generación que se considera diferente a la anterior, es la generación del
aeroplano, teléfono, luz eléctrica, etc. cimas jamás conseguidas anteriormente.
La expresión ART NOUVEAU fue empleada por primera vez por Edmond Picard en
1894, en la revista belga L´Art moderne
para calificar la producción artística de Henry van de Velde. Aunque al parecer
el nombre fue inventado por el propio Van de Velde. De Bélgica pasó a Francia
donde en 1895 en París, S. Bing, un coleccionista de arte japonés, abrió una
galería especializada en artes decorativas llamada La Maison de l´Art Nouveau.
El Modernismo o Art Nouveau se convirtió en el ESTILO MODERNO por excelencia, frente a
los historicismos eclécticos del siglo XIX.
Surgió en EUROPA siendo los centros creadores del
Modernismo más importantes Bruselas, Barcelona, Glasgow, Viena, Praga y París.
Rara es la ciudad europea que no tiene en su patrimonio arquitectónico algún
edificio modernista.
El Modernismo
nació con pretensiones de universalidad, de convertirse en un estilo INTERNACIONAL presentando distintas
denominaciones según los países: Modern
Style en Gran Bretaña, Secessionstil
o la Secesión vienesa en Austria, Art
Nouveau en Francia, Liberty o
Floreale en Italia, Jugendstil en
Alemania, Modernismo en España…
Fue un
movimiento cultural de gran COMPLEJIDAD
y no muy homogéneo porque en cada país va a tener sus propias peculiaridades.
Así, encontraremos una vertiente más geométrica (el caso escocés) y otra más
naturalista (con pasión por la curva-contracurva como se muestra en Bruselas,
Nancy o en Barcelona). Son diferentes variantes
de un mismo movimiento. Pero común a todos fue el rechazo de los estilos
históricos y la pretensión de imitar algunas formas y procesos de la naturaleza.
El Modernismo
fue un movimiento cultural HEDONISTA,
que muestra cierto optimismo y alegría de vivir. Busca la belleza y elegancia
como muestran la espectacularidad de algunos de sus propuestas (como la
arquitectura de Gaudí). El Modernismo es el arte de la burguesía triunfante. Implicó el “lavado de cara” de las ciudades
(puertas, farolas, picaportes, etc.) Hay un cuidado extremo en todos los
detalles.
El Modernismo
aspiraba a ser un “ESTILO”, el de la
civilización industrial. Los motivos decorativos del Modernismo son
muy variados. En general son formas
estéticas de impacto rápido, de gran exquisitez formal a base de líneas curvas,
parabólicas y serpenteantes, de estilizaciones naturalistas (florales y
animales). Predomina mucho -sobre todo en Francia y
Bélgica- el arabesco denominado “GOLPE
DE LÁTIGO”.
Se han visto rasgos
comunes sobre todo con el ROCOCÓ francés
y de hecho se ha dicho que fue una especie
de revival de ese estilo francés, por su pasión por las líneas curva y
contracurva que ya se vislumbraban en Van Gogh o en Toulouse-Lautrec. También
guarda concomitancias con el estilo Bierdermeier,
siendo, además, patentes las influencias ORIENTALES,
sobre todo del arte japonés pero también del arte chino, persa o egipcio.
El Modernismo
buscaba hacer realidad la idea del ARTE
TOTAL, propiciando la fusión de la arquitectura con la pintura, la
escultura, las artes decorativas (vidrio, joyería, cerámica, forja, artes
gráficas, mobiliario…). Manifestaba la voluntad de embellecer la vida moderna en todas sus manifestaciones desde las
viviendas hasta las cuberterías, las telas, los picaportes, los pendientes,...
De hecho, Van de Velde llegó a diseñar hasta el peinado y vestuario del ama de
casa. Fue un movimiento HIPERDECORATIVO,
con una fuerte carga esteticista.
El diseño fue,
en términos generales, muy REFINADO,
y no se escatimó en la calidad y variedad de los materiales. Cuidaron
mucho los acabados artesanales y la
apariencia artística de todos los elementos, pero se mostró también audaz en el
empleo de nuevos materiales y en la adopción de estructuras industriales.
Con frecuencia
el Modernismo es meramente epidérmico, es decir, sólo se aprecia en los motivos
decorativos, pero no en el resto de la construcción.
Conciben el
espacio generado desde el interior hasta el exterior, encubriéndolo
artísticamente.
Los críticos al Modernismo lo denominaron un tanto despectivamente como ESTILO “CERVECERÍA” o ESTILO NOUILLE
(FIDEO). En España llegó con cierto
retraso.
El modernismo se
extendió por medio de revistas de arte y
moda, por la publicidad, las exposiciones universales, etc.
10.2. MOBILIARIO Y DECORACIÓN DE
INTERIORES MODERNISTA
Las notas
distintivas del MOBILIARIO
modernista europeo vienen dadas por su sempiterna inspiración en la NATURALEZA, el uso de líneas SINUOSAS y LA ASIMETRÍA.
La mayor innovación en la decoración de
interiores se sitúa en la búsqueda de la
UNIDAD, la homogeneidad de estilo que abarca hasta los mínimos detalles
decorativos como los picaportes, las artes textiles, los vasos cerámicos o las
lámparas. Sin embargo, no escapan a ciertos PARALELISMOS con la tradición, a pesar de sus intentos de ser
modernos, en particular son frecuentes las referencias al Gótico, el Barroco o
el Rococó. El Gótico les sirve como modelo teórico, el Barroco como fuente de
inspiración en la concepción plástica de las formas y el Rococó como aplicación
de la asimetría. El JAPONISMO con el
tratamiento lineal de las volúmenes está también presente. Quieren
crear un VOCABULARIO nuevo
utilizando MATERIALES tradicionales
como la madera y la piedra pero también el acero y el cristal, habituales en la
decoración de interiores.
La MADERA toma formas extravagantes.
Imitan los entrelazos fluidos de la naturaleza con formas tortuosas. Las líneas
ondulantes y sensuales impregnan las estructuras de los muebles: sillas,
armarios, mesas, camas y hasta cunas como se aprecia en una célebre caricatura
de la época.
BÉLGICA
El
estilo modernista apareció como tal en Bélgica y desde ahí se difundió luego a
Francia y a otros países.
En
Bélgica encontramos a una de las principales ciudades vinculadas al Art Nouveau: Bruselas.
VICTOR HORTA fue el
principal arquitecto y diseñador modernista belga. Fue uno de los primeros
arquitectos en tomar conciencia de las posibilidades expresivas (y no sólo
utilitarias) del hierro. Hizo que algunas vigas y bandas de este material se
curvaran como tallos vegetales o como “golpes
de látigo”. También se interesó, como todos los modernistas, muchísimo por
la decoración. Característico de Horta son sus diseños de escaleras, donde se hace presente su pasión por los arabescos y las
líneas sinuosas. Asimismo, concebía gran importancia a las fachadas, de gran elegancia y en las que no solían faltar los
miradores. En Horta, las formas florales eran algo más que un ornamento
adicional, eran elementos estilísticos que transformaban el edificio, buscando
dinamismo y belleza.
VICTOR HORTA, Henry van de Velde y Gustave Serrurier-Bovy representan el lazo de unión entre el modernismo belga y la experiencia esteticista Arts and Crafts británica.
Henri VAN DE VELDE (1863-1957) fue la
otra gran personalidad del Art Nouveau belga. Pintor, arquitecto, diseñador y
teórico de las artes, ejerció mucha influencia en la Europa de su época. En
1895 diseñó todos los elementos de su propia casa, desde el edificio hasta los
muebles. Demostraba así, una adhesión a la idea, típicamente finisecular, de la
“obra de arte total”: gesamtkunstwerk.
FRANCIA
En la
localidad francesa de NANCY es donde
las afinidades entre el Rococó y el Art
Nouveau con respecto a la decoración de interiores se hacen más evidentes.
La Escuela
de Nancy, constituida en torno a Émile GALLÉ
en 1901, trabaja en una vertiente plenamente naturalista con una fuerte dosis de simbolismo de origen literario.
Las TIPOLOGÍAS de los muebles realizados
por Gallé son las tradicionales –fundamentalmente basadas en los estilos Luis XVI
y Luis XVI- pero cambia la estructura sinuosa y la abundancia de motivos florales y animalísticos como libélulas o mariposas.
La ORNAMENTACIÓN aparece tallada o
incrustada aplicando diversos materiales (nácar, vidrio) o maderas como el
ébano (marquetería).
Entre sus
obras destacan la cama mariposa –it papillon-, también llamada del “alba
y crepúsculo” porque ha representado a una esfinge en la cabecera que simboliza
la noche y en los pies dos mariposas, símbolo del alba y el día. El ojo de
cristal se ha interpretado como el carácter efímero de la vida.
Gallé
además, incluye en sus muebles inscripciones
literarias de contenido simbólico. A este artista se debe también una
extraordinaria y muy innovadora producción de objetos de vidrio.
También de
la Escuela de Nancy y discípulo de Gallé, encontramos al diseñador Louis MAJORELLE (1859-1926). Majorelle modelaba sus muebles en arcilla
antes de construirles. En sus diseños abundan apliques decorativos de bronces
dorados.
Frente al
mobiliario Art Nouveau de Nancy, el PARISINO es mucho más ligero, refinado
y austero. Los motivos de inspiración naturalística son mucho más estilizados.
En ESPAÑA el protagonismo del mueble
modernista se centra en los arquitectos catalanes, especialmente en Antonio
Gaudí y en diseñadores como Gaspar Homar
y Joan Busquets entre otros.
Los muebles
diseñados por GAUDÍ (1852-1926) se integran
perfectamente en su arquitectura. Entre los más representativos destacan las
sillas de la casa Batlló, Calvet o Milá.
Gaudí se
inspiraba en la naturaleza para llevar a cabo sus obras (células orgánicas,
ramificaciones de los árboles, los huesos y tendones animales, las escamas de
los peces y reptiles, las rocas, etc.). También se hace presente en él la
influencia de diversos estilos artísticos como el arte barroco o el gótico y la
presencia de constantes referencias religiosas. Gaudí fue además un consumado
diseñador de muebles (sillas, armarios, etc.) y valoraba muchísimo todos los
detalles ornamentales en su arquitectura.
ESCOCIA (GRAN BRETAÑA)
En Escocia surgió una vertiente del Modernismo más geométrico y
racional, representada principalmente por el arquitecto y diseñador Charles
Rennie MACKINTOSH (1868-1928)
Fue uno de los grandes maestros
del Interiorismo de todos los tiempos de todos los tiempos.
Nicolás Pevsner lo consideró como
uno de los pioneros del diseño moderno.
Fue un artista muy completo y
diseñó todo tipo de objetos domésticos, desde cubertería hasta telas, vidrios,
trescientos muebles, relojes, fue pintor de paisajes…
Expusieron en Munich, Budapest, Dresde,
Venecia, Moscú.
En su obra fue esencial la
colaboración de su mujer Margaret, incluso de su cuñada Frances. De su esposa
dijo que “Margaret es un genio, yo sólo tengo talento”. Junto con otro
diseñador Herbert MacNair y las hermanas Macdonald formaron el grupo de los
cuatro, The Four. Expusieron en
Munich, Budapest, Dresde, Venecia, Moscú. Influirán en Alemania, Viena, etc.
Pero también hay que decir que
hizo varias obras muy importantes como la Escuela de Arte de Glasgow (
1898-1909) pero luego sus encargos disminuyeron.
Los muebles de MACKINTOSH, aunque se convirtieron en
iconos del diseño moderno, no se adaptaban muy bien para ser fabricados en
serie e incluso presentaban defectos técnicos pues le gustaba trabajar con
artesanos sencillos, antiguos constructores de barcos y no con exquisitos
ebanistas como hacían los artistas del Modernismo en Nancy, París o Viena. A todo
ello se sumó la decadencia económica general que Glasgow vivió hacia 1910. Se
tuvo que trasladar a Londres en 1915
y acabó sólo, pobre y borracho dedicándose a pintar paisajes. Fue una estrella
fugaz.
Tuvo influencias japonesas, también celtas. Entre sus obras descuellan Hill House (Escocia, 1902-3), el tea room de Miss Cranston en Glasgow, The
House for an Art Lover, etc.
La silla "Hill House" de Mackintosh es un icono del diseño moderno (1902-4).
En ALEMANIA, el Jugendstil se desarrolla fundamentalmente en Munich y Darmstadt y
en el mobiliario que allí se produce,
encontramos el linealismo floral característico del Modernismo.
AUSTRIA
La reacción contra el
academicismo imperante llevó en Viena
a la creación de la SECESIÓN
(escisión), que era una asociación libre de artistas, arquitectos y diseñadores
dispuestos a apostar por lo nuevo. Fue fundado en 1897 por el pintor Gustav Klimt (1862-1918) y por los
arquitectos Hoffmann y Olbrich.
Realizan obras de una clara estructura geométrica que nos recuerda al escocés Mackintosh.
La sede de la Secesión fue encargada al joven arquitecto Joseph María Olbrich,
el cual hizo en 1898 una especie de manifiesto del diseño austriaco del momento.
Las formas son prismáticas, pero no deja de haber una abundante decoración de
plantas y animales, añadida en algunas zonas estratégicas, además de una
interesante inscripción en la fachada: “A cada época, su propio arte. Al arte,
la libertad”.
La cúpula de metal dorado,
simulando un seto vegetal, forma un lírico contraste naturalista con la
geometría abstracta del resto del edificio. Este grupo utilizó este edificio como lugar para exponer
sus obras. También fueron destacados representantes de esta etapa Otto Wagner
(Caja Postal de Ahorros de Viena (1904-6)) o el arquitecto vienés Joseph Hoffmann que diseñó el Palacio Stoclet de Bruselas (1905-11)
para un rico banquero y coleccionista de obras de arte. No era una simple
mansión lujosa sino una especie de museo, un templo dedicado a la creación. Es
la obra maestra de Hoffmann y una de las viviendas más refinadas y lujosas de
todo el siglo XX. En el interior hay muebles exquisitos y murales de Gustav Klimt, que fue el pintor más
importante de la Secesión. La belleza cúbica y limpia de los volúmenes anticipa
las composiciones de los protorracionalistas. Esta mansión todavía es ocupada
por la familia Stoclet y no se puede
visitar.
EN ITALIA, el estilo Floreale, es desarrollado por un grupo de arquitectos y diseñadores
entre los que es obligado citar a Ernesto Basile, Eugenio Quarti, Carlo Zen o
Giacomo Cometti y por supuesto Carlo Bugatti.
Ningún
diseñador americano estuvo más estrechamente vinculado al Art Nouveau que LOUIS COMFORT TIFFANY. Sus luminosos
diseños de lámparas de cristal, con viva policromía fueron innovaciones
técnicas de gran belleza artística. Los principales motivos decorativos de sus
diseños son de carácter floral y animalístico.
Louis
Comfort Tiffany era hijo del fundador de la mítica joyería Tiffany de Nueva
York. Empezó su carrera como pintor pero en 1878 dio un giro a su vida abriendo
una empresa de diseño de interiores en la ciudad de los rascacielos. Se
convirtió en uno de los diseñadores más célebres de Estados Unidos, con una
clientela selecta y adinerada. Después de visitar Europa en 1889 y conocer el
vidrio antiguo (romano), el veneciano, y la obra de Émile Gallé, decidió
centrar sus esfuerzos en la producción de vidrieras, lámparas y objetos
netamente Art Nouveau. Su
inspiración, como no podría ser de otra forma siendo modernista, fue la naturaleza.
Tiffany fue
de los primeros en reconocer el potencial que llevaba aparejado el invento de
la electricidad para los artistas Art Nouveau. Recordemos que la invención
de la lámpara eléctrica incandescente por Thomas Edison en la década de 1880
supuso un desafio para los diseñadores de vidrio que ya no estaban forzados a
crear lámparas que las protegieran de las llamas. Así las cosas, hacia 1906,
había realizado con gran éxito más de 125 diseños de lámparas, los objetos más célebres de su producción. Utilizaba
paneles emplomados de cristales de colores como si fuera una vidriera
tradicional, siendo así sus diseños, fácilmente reconocibles y muy imitados.
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