La princesa de Lamballe escribiendo en su "bonheur du jour" estilo Luis XVI. Este retrato de la aristócrata, fue realizado en 1788 por Anton Hicke y se conserva en el Liechenstein Museum de Viena
TEMA 6. LA DECORACIÓN DE
INTERIORES EN EL SIGLO XVIII (II): EL NEOCLASICISMO
1.INTRODUCCIÓN AL NEOCLASICISMO
Denominamos NEOCLASICISMO al movimiento cultural que surgió en el siglo XVIII y
se extendió también a lo largo del siglo XIX por toda Europa con la finalidad
de hacer frente a los excesos decorativos del Rococó. Supuso una vuelta a los
ideales estéticos del mundo clásico y del Renacimiento.
El término Neoclasicismo surgió en pleno
siglo XIX con carácter peyorativo.
Ideológicamente, va vinculado a los
principios intelectuales de la Ilustración, con una voluntad de progreso, la
supremacía de la razón y el deseo de culturizar a la sociedad de la época.
"Madame Récamier", David, 1800: todo rezuma neoclasicismo desde la indumentaria hasta el
mobiliario o el peinado
En el campo de las artes, el
Neoclasicismo llevó a cabo un proceso de moralización,
rechazando el estilo rococó como frívolo y decadente. Apareció ligado a una
pujante burguesía, aunque muchos
aristócratas no son ajenos al gusto por este estilo, y de hecho, aristócratas y burgueses fueron sus
principales mecenas, coleccionistas y comitentes.
El neoclasicismo no fue un
movimiento homogéneo pero hay varias NOTAS
DISTINTIVAS muy evidentes:
*La REACCIÓN frente a la exuberancia
ornamental barroca y rococó.
*El interés por
recuperar la ANTIGÜEDAD CLÁSICA como
modelo o paradigma cultural a seguir.
*El
arte se convierte en un instrumento educativo para reflejar las
virtudes cívicas dejando de lado el hedonismo y frivolidad del rococó. El sentido DIDÁCTICO de las
artes propició el nacimiento de exposiciones
y museos que mostraban al público en general, y no sólo a un grupo de
eruditos, las diferentes etapas de la historia del arte. En París se abrieron
en 1750 algunas salas del Palacio de Luxemburgo para que se pudieran admirar
las pinturas, pero fue el British Museum de Londres (1753) el
primer museo que se creó ex profeso
para tal fin dando paso a instituciones similares en toda Europa. Por eso no es
extraño que relevantes museos europeos surgidos en el siglo XVIII o inicios del
XIX sean instituciones ilustradas y arquitectónicamente neoclásicas: Museo
Británico de Londres, Museo del Prado de Madrid, museos de Berlín, Múnich (Los
Propileos, la Gliptoteca) etc.
*El LENGUAJE FORMAL del Neoclasicismo es
severo y solemne. Es un arte normativo,
un dogma academicista, frío y equilibrado.
"Descubriendo antigüedades", Hubert Roberts, siglo XVIII. La pasión por las ruinas artísticas se refleja en la pintura
neoclásica
Para el surgimiento del Neoclasicismo fue esencial el descubrimiento
en 1719 de las ruinas de HERCULANO y
en 1748 de POMPEYA- que provocarían
un cambio de gusto evidente hacia la valoración de formas clásicas. A partir de
entonces, la grandeza, la sencillez y la severidad se convirtieron en premisas
fundamentales de cualquier manifestación artística y las ACADEMIAS DE BELLAS ARTES, que se habían extendido desde Francia
por toda Europa, se convirtieron en los paladines del nuevo estilo y
detractores furibundos de lo anteriores. Las academias establecieron una férrea
dictadura artística al marcar de forma normativa el ideal estético imperante en
la época. Todo artista que se preciara y que quisiera triunfar debía acatar sus
normas. Así fue hasta buena parte del XIX.
Muchos artistas se formaban en Italia y los nobles más cultos
realizaban el “GRAND TOUR”, es decir, un aventurero viaje por Europa, sobre
todo por el país transalpino donde disfrutaban del arte de la Antigüedad. Así se produjo el espectacular desarrollo del
coleccionismo artístico, del que se
nutrirán muchos museos como el Británico de Londres, mientras surgía la Historia del Arte como rama del saber,
desarrollándose además, la crítica artística.
El Neoclasicismo impregnó todas las Bellas Artes de la época (pintura, escultura, arquitectura) y las
artes decorativas ya que fue un arte
total o gesamtkunstwerk.
Retrato de la Marquesa
de Santa Cruz realizado por Francisco de GOYA: la culta
aristócrata aparece reclinada sobre un canapé rojo, 1805
2. LA DECORACIÓN DE INTERIORES EN
EL NEOCLASICISMO
El ESTILO LUIS XVI
Del mismo modo que el rococó va ligado al
rey Luis XV, el neoclasicismo aparece vinculado al monarca LUIS XVI (reinado 1774-1789). CRONOLÓGICAMENTE
se desarrolla entre 1775-1800.
El estilo Luis XVI es una de las etapas
de mayor PERFECCIÓN TÉCNICA en la
historia del mobiliario europeo.
En Gran Bretaña su equivalente será el
neoclasicismo de Robert y James ADAM (arquitectos
y diseñadores de muebles de origen escocés).
La decoración de interiores y el
mobiliario LUIS XVI:
*Implica
un retorno a la sobriedad y la formulación de unos conceptos ornamentales “A LA GRIEGA”.
*Valoran
asimismo la comodidad, la belleza y la ELEGANCIA
de los diseños.
*Predomina un gusto por la SENCILLEZ y las formas depuradas que
devuelve a la línea recta su papel dominante, restringen el uso de la curva
–aunque no la eliminan- y restablecen el dominio de la simetría. Las formas
geométricas predominan en el diseño del mobiliario Luis XVI: óvalos,
rectángulos, cuadrados...
*La
influencia de Inglaterra, ahora ya gran potencia en la construcción de muebles,
difundió en Francia el uso de la madera de CAOBA.
En cuanto a los MOTIVOS ORNAMENTALES, abundan los de inspiración griega (grecas,
esvásticas, etc.) y romana (grutescos,
decoración a candelieri, motivos
geométricos, guirnaldas...)
*Los
muebles solían aparecer adornados con aplicaciones decorativas de bronces
dorados.
*Entre
los ebanistas descuellan Riesener, Martin Carlin, Georges Jacob, etc.
*Por
lo que se refiere a la POLICROMÍA,
predominan los tonos blancos, grises, dorados, plateados, etc.
El mueble Luis XVI se parece mucho al
mueble Luis XV pero ya no con las patas
en cabriole (forma de S) sino de
forma recta y acanalada (con estrías).
Tapices y alfombras siguen desempeñando
un papel de primer orden. En cuanto a las TELAS
predominan la seda, el terciopelo y los damascos con motivos florales,
decoración a candelieri, etc.
El mueble favorito es la CHAISE
LONGUE, asiento amplio, con respaldo a un lado, que le da aspecto de
cama. Está inspirado en el clasicismo, ya que en Grecia y Roma era la forma
habitual de sentarse en los banquetes, recostándose de lado.
Paulina Bonaparte recostada en una "chaise longue", representada como una
Venus por el escultor neoclásico Canova, c. 1804, Galería Borghese, Roma
Otro mueble muy característico de esta
etapa es el espejo de doble cara, abatible, de forma ovalada o rectangular
denominado PSYCHÉ (en español Psiqué)
Aparece montado sobre soporte, con armazón de bronce dorado, madera pintada o
dorada. Existía también en versión portátil, mucho más pequeño.
Los MUEBLES
DE ASIENTO más destacados seguirán
siendo el sillón o fauteuil
(con las patas rectilíneas, el frontal del asiento curvo y el respaldo de forma
oval).
Se siguieron construyendo CÓMODAS pero ya sin la característica
rocalla del rococó, sino de formas más sencillas y elegantes. Muy
característicos de esta etapa son los ESCRITORIOS
O SECRETAIRES
DE CILINDRO, también llamados de PERSIANA,
aunque el escritorio femenino por excelencia será el BONHEUR DU JOUR.
El Estilo DIRECTORIO y el Estilo IMPERIO
El estilo Directorio y el estilo Imperio
son términos prácticamente sinónimos. Derivan del neoclasicismo y del estilo
Luis XVI...
El equivalente en el caso español sería “estilo fernandino”,
relativo al reinado de Fernando VII y en Inglaterra “estilo Regencia”.
El Estilo DIRECTORIO se extiende desde los inicios de la Revolución Francesa con
la Toma de la Bastilla (1789) hasta el fin del Consulado (1804), y es un estilo
de transición hacia el Estilo Imperio. A los motivos ornamentales
característicos del estilo Luis XVI (de inspiración griega y romana) se le
añaden, con un cierto eclecticismo,
ornamentaciones de inspiración egipcia (tras
la campaña napoleónica que desató la egiptomanía) y los relativos al Sansculottismo
de la Revolución Francesa (gorros frigios, etc.) o a Napoleón. También se
incorporaron emblemas y trofeos militares.
El Estilo IMPERIO se desarrolla en Francia como evolución del Estilo
Directorio y coincide con la ascensión de Napoleón al trono imperial
(1804-1814).
Es un estilo oficial clasicista, solemne
y fastuoso.
Los muebles del estilo Imperio son de
formas sólidas y simétricas. No son muebles cómodos ni lo pretenden.
Privilegian los valores simbólicos y propagandísticos,
a mayor gloria del emperador.
Entre los MOTIVOS ORNAMENTALES más arquetípicos de este estilo descuellan las
composiciones de inspiración ecléctica (pompeyana, egipcia, etrusca, griega,
etc.) que se concentran en los techos, parte superior de muros y puertas,
realizados con estuco o pintados: trofeos guerreros, águilas con las alas extendidas,
esfinges, coronas de laurel, guirnaldas, cisnes o abejas... Se usarán también
motivos alegóricos y heráldicos de los Bonaparte, como la “N” inicial de
Napoleón, todo con un espíritu grandilocuente propio de este emperador.
Son habituales en los muebles estilo
Imperio las aplicaciones doradas de BRONCE,
especialmente en los tiradores: como las cabezas de león mordiendo una argolla.
Las TIPOLOGÍAS
de mobiliario más importantes de esta corriente estética son las camas, las
mesas, los muebles de asiento, etc.
La DIFUSIÓN
del estilo Imperio fue tan grande por Europa que sobrevivió al mismo Napoleón
una década después de la desaparición de Bonaparte.
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